Hoy en día, y más por la situación que se está atravesando, es de suma importancia para las gerencias prestar atención a la gestión del talento. Tomar en cuenta las habilidades y capacidades de cada uno de nuestros colaboradores, será la clave para potencializar las organizaciones.
Según un estudio de la revista Forbes, el 55% de las empresas están satisfechas con la calidad de candidatos que contratan. Esto se debe a que la mayoría de empresas no realizan el proceso de contratación, y las evaluaciones que este proceso conlleva, con seriedad, muchas veces los candidatos son elegidos por afinidad y no por sus capacidades específicas para el puesto. Lamentablemente esto no solo ocurre a la hora de reclutar, esto también se da en procesos de desarrollo y crecimiento dentro de las mismas organizaciones.
Por otro lado, en datos recabados localmente, el 61% de los empleados considera que el estrés los ha enfermado y de ellos, el 7% asegura haber sido hospitalizado por causas relacionadas con el trabajo. A raíz de la pandemia, el 90% afirma que sus niveles de estrés se han disparado, con ataques de pánico, ansiedad, con estados deficitarios provocando en algunos casos signos de depresión.
Otro dato recabado recientemente, muestra que el home office ha aumentado la cantidad de horas de trabajo que dedican los colaboradores desde su hogar desde que comenzó el confinamiento. Si antes laboraban 9 horas y dedicaban 3 horas diarias para el traslado de la casa a la oficina y de la oficina a la casa, ahora esas 3 horas se la suman a sus horas efectivas de trabajo, lo que hace que los colaboradores trabajen de 13 a 14 horas al día.
Definitivamente el estrés está impactando negativa y considerablemente a los colaboradores, esto tiene un costo de $300,000 millones de dólares para las organizaciones al año en Estados Unidos, no muy lejano para las empresas de Latinoamérica.
Lo que es importante destacar de todos estos datos, en definitiva, es que la competitividad de las empresas está directamente relacionada con la competitividad de sus colaboradores.
El empleado competitivo es el que posee estas 3 características:
Esta herramienta define cuánto va a aportar una persona a la organización, una vez se haya contratado.
Con un buen diagnóstico el pensamiento estratégico se hace más sencillo y la gestión del talento se vuelve más práctica y certera.
Un mal diagnóstico produce decisiones equivocadas que resultan en costos innecesarios e impactos negativos en la cultura y las relaciones con el entorno.
Los costos del mal manejo del talento humano son elevados, tienden a estar ocultos e impactan en la competitividad de la organización.
Fuente: webinar Tecniseguros «Las nuevas herramientas de diagnóstico y estrategia gerencial, rentables para la organización».
Impartido por: Sonia Martínez y Saúl Morales
Si desea mayor información de cómo adquirir estas herramientas de diagnóstico puede comunicarse con su ejecutivo de Tecniseguros o escribirnos a marocha@factorhumanorh.com
En el mundo laboral actual, los beneficios voluntarios han dejado de ser un “extra” y se han convertido en una…
La renuncia silenciosa, o quiet quitting, está redefiniendo la dinámica laboral. Este fenómeno, en el que los colaboradores solo cumplen…
Cada vez más adultos que trabajan cuidan de sus padres y muchos de ellos también cuidan de sus propios hijos….